ENTREVISTA A DANIEL MORUBA Y JAVIER EUBA DE MORUBA
«SIN EL VÍNCULO EMOCIONAL, LA ETIQUETA SERÁ UNA MÁS DENTRO DE UN UNIVERSO VISUAL CADA VEZ MÁS SATURADO ”
¿Cómo os imagináis las etiquetas de vino del futuro?
La evolución en el sector del vino de los últimos años ha sido muy notable. El nivel del diseño ha crecido, las gamas de papeles y soportes son más extensas, las técnicas de impresión más avanzadas y lo más importante, el interés del cliente por cuidar la imagen de su producto es una realidad que ha llegado para quedarse. Pero todo esto no será suficiente en el futuro si la etiqueta no conecta con el consumidor, el componente ‘emocional’ será el valor más preciado de esta ecuación. El vino es un producto sin igual y el diseño de su packaging el más complejo de todos. Sin este vínculo emocional la etiqueta será una más dentro de un universo visual cada vez más saturado. Resumiendo, nos imaginamos unas etiquetas memorables, perfectamente diseñadas, producidas y con una gran idea que conecte emocionalmente con el consumidor y lo cautive.
¿A qué desafíos, tendencias y diferencias crees que os enfrentaréis los diseñadores?
Nuestro gran desafío es mantenernos siempre conectados. Conectados a un consumidor de vino cada vez más joven, con inquietudes y gustos propios de su generación. Lograr sintonía con ellos y conseguir articular un discurso que les enganche, es fundamental. Conectados con la industria auxiliar del vino. Estar al día de los nuevos avances es vital para conseguir los mejores resultados. Conectados con las nuevas tendencias de compra y consumo. No es igual diseñar una packaging para la venta online que en tienda física. Tampoco tiene nada que ver el consumo en restaurante, que en casa con amigos. Conectados con la sensibilidad de bodegas y consumidores con el medio ambiente. Crear un packaging respetuoso con la huella de carbono es nuestro reto diario. En definitiva se trata de ser curiosos y observadores con nuestro entorno y no dejar de aprender nunca.
